EUROPA
PRESS
21
septiembre 2016
El Alzheimer es una de las enfermedades que más está aumentando su
incidencia con motivo del aumento de la esperanza de vida. Una patología que,
si bien actualmente no tiene cura, sí se puede prevenir o retrasar su aparición
adoptando diferentes hábitos de vida saludable.
Por
ello, y con motivo de la celebración del Día Mundial del Alzheimer, el
neuropsicólogo, director del Centro de Rehabilitación Neurológica Fivan y miembro de Saluspot,
Javier Chirivella Garrido, ha informado de siete hábitos saludables para
retrasar su aparición:
1.
Si cuidamos de
nuestro corazón cuidamos de nuestro cerebro.
Uno de los factores de riesgo a la hora de sufrir Alzheimer son las enfermedades
cardiovasculares, como la hipertensión, el colesterol, la diabetes y la
obesidad. Muchas de estas enfermedades son consecuencia directa de nuestro
estilo de vida.
2.
Elimina el tabaco. El tabaco es origen o potenciador de tantas enfermedades
que habría que erradicarlo de nuestra vida de manera fulminante. Tenemos que
tener en cuenta que las personas fumadoras tienen un riesgo un 45 por ciento
más alto de sufrir demencia.
3.
Ejercicio físico. Hay estudios que demuestran que el mantenerse activo
físicamente reduce la aparición de las demencias a nivel general y en concreto
del Alzheimer. No hace falta que vayamos corriendo a apuntarnos al gimnasio,
que podemos hacerlo, sería suficiente con caminar a buen paso al menos 30
minutos al día.
4.
Alimentación. Aunque no se dispone de estudios muy concisos acerca de la
incidencia de la alimentación en esta demencia se sabe que hay alimentos que
nos protegen de ella. Así que introduce en tu dieta manzanas, cítricos,
calabaza, zanahorias, fresas, uvas, tomates, legumbres y pescados.
5.
Ejercicio cerebral. Al igual que debemos que tener una buena rutina de
ejercicio físico tenemos que mantenerla con nuestro cerebro. Servirá para
evitar, o al menos retrasar, la aparición del Alzheimer. Todo es válido. Leer,
aprender un idioma, hacer crucigramas o sudokus,
apuntarse a un curso, hacer cálculos matemáticos, todo lo que haga a nuestra
mente esforzarse es positivo.
6.
Socializar. El estar con otras personas y relacionarnos con ellas
hacen que nuestro cerebro esté activo y alerta. Hace que siga trabajando por lo
que nos ayuda a prevenir esta enfermedad.
7.
Proteger nuestra
cabeza. Parece que existe una relación
entre sufrir un traumatismo craneal severo con pérdida de conciencia y el
riesgo de padecer Alzheimer el día de mañana. Así que no expongamos esta zona
de nuestro cuerpo a ese riesgo. Protejámosla de la manera adecuada cuando sea
necesario, como en el trabajo o al practicar deporte.